sábado, 14 de mayo de 2011
Un nuevo peligro
La desesperada ambición del hombre por perseguir sus modelos de progreso y crecimiento ligados a la venta de objetos físicos ha llevado a nuestro planeta a una posición verdaderamente difícil, no solo en temas ambientales, también en sociales y económicos, aparecen noticias como esta o esta y que al mundo parece no importar, siempre y cuando tengamos nuestros lustrosos nuevos productos en las manos.
Hace un par de días leí un artículo en Fast Company donde comentan la carrera de las grandes armadoras de automóviles por "enverdecer" sus productos, la razon principal es que empresas como Ford saben bien que el final del petroleo es inminente; en particular hablan del uso de la raíz del diente de león, de donde obtienen una substancia viscosa lista para ser procesada y obtener plástico, comentan que podría ser un de los siguientes materiales "sustentables" que veamos en nuestros coches.
También se menciona en el artículo que no todos los dientes de león sirven, que es uno en particular que crece solo en Rusia es el "Taraxacum kok-saghyz".
Visto por la superficie todo parecería muy bueno, pero yo en esto veo un nuevo peligro que no solo no nos sacará de donde estamos, sino que podría poner las cosas peor. La humanidad aun no ha entendido que manipular los ecosistemas no es cosa fácil, implantar una especie no endémica o acabar con una puede significar una cadena de eventos que en la mayoría de los casos, por lo complejo de las relaciones, es imposible predecir que consecuencias tendrá.
Ya me imagino el exterminio de muchas especies para plantar cientos de hectáreas del diente de león ruso y la introducción de esta especie en otros ecosistemas con los mismos resultados.
Podrán decir que soy un extremista, pero veo todo esto y la primera palabra que me viene a la mente es "primitivo", con nuestra gran capacidad no hemos sido capaces de quitarnos de encima los paradigmas que nosotros mismos creamos.
Yo quisiera ver una industria automotriz que fuera mucho mas flexible, adaptada a las condiciones de cada lugar, ofreciendo movilidad, no toneladas de fierros y plástico, respetando ecosistemas y culturas locales o mejor aun potenciando un desarrollo en ellos verdaderamente sustentable.
Pobre de aquel que en todo esto solo vea desolación y desesperación, yo veo una enorme oportunidad de hacer grandes cosas, vivimos en una época de cambios radicales, en la que podemos influenciar el futuro de manera sustancial.
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